La responsabilidad penal de la empresa, sus administradores y directivos en el ordenamiento europeo y español.
La Comunidad Europea exige a sus países miembros una intensa regulación del mercado y un progresivo endurecimiento de las normas que exigen responsabilidad a las empresas y sus directivos.
Todo ello se ha concretado en una serie de normas que imponen a las empresas una estricta actividad de auto-control a través de los llamados programas de prevención o protección, destacando entre los más comunes e importantes:
– Programas prevención de riesgos laborales
– Programas de protección de datos
– Protocolos de prevención de blanqueo de capitales
– Código de buen Gobierno de las Sociedades Cotizadas
– Otras normas sectoriales con estrictos requisitos en el ámbito medioambiental, energético, etc.
Este endurecimiento normativo ha tenido su reflejo más evidente en el crecimiento exorbitado del Derecho Penal aplicable a la actividad económica, lo que coloquialmente se ha venido en llamar “derecho penal económico” o «Derecho Penal Corporativo».
Además, adaptándonos a las exigencias de las Instituciones Comunitarias, desde la reforma del Código Penal introducida en el año 2.010, esta responsabilidad se puede concretar:
– En sanciones penales para los administradores o empleados de la compañía que pueden comportar graves penas de prisión.
– En sanciones penales aplicables a la propia empresa o persona jurídica que van desde cuantiosas multas hasta el cierre de establecimientos e incluso la disolución de la compañía.
Esta reforma exige, en su artículo 31 bis.1 que las personas jurídicas establezcan procesos que “garanticen que se ha ejercido sobre directivos, empleados y colaboradores el debido control atendidas las concretas circunstancias de cada caso” De esta forma llega a nuestro país la exigencia legal de instaurar en las empresas programas de prevención penal adecuados y eficaces, también llamados Corporate Defense Compliance Guide.
En qué consiste un Programa de Prevención de Riesgos Penales
A través de un cualificado equipo de profesionales analizamos su empresa, valorando aquellas actividades que pueden entrañar un riesgo de responsabilidad penal, consensuado con el cliente unos valores y a través de ellos estableciendo procesos de control efectivo y eficaz sobre el día a día de la empresa, añadiendo con ello seguridad y valor añadido a la marca de nuestro cliente.
El programa de Prevención consta de tres grandes fases:
I. Análisis de la empresa y evaluación de riesgos penales:
- Analizamos la estructura de la empresa y sus procesos de trabajo
- Identificamos las figuras delictivas que pueden estar relacionadas con la actividad de la empresa
- Configuramos el Mapa de Riesgos Penales de la Empresa
- Consensuamos con la Administración de la empresa la política de prevención del delito a implantar
II. Diseño de Protocolos de actuación
- Diseñamos el Plan de Prevención y sus procesos
- Confeccionamos el Código de Conducta Debida
- Establecemos un régimen sancionador
III. Implementación, seguimiento y evaluación
- Establecemos los órganos de control de la empresa
- Fijamos el plan de comunicación a toda la organización
- Por último establecemos y aplicamos cuatro protocolos básicos
- Formación del personal
- Cumplimiento efectivo
- Canales de denuncia
- Protocolo de revisión y actualización del Plan
Qué beneficios reporta el Plan de Prevención Penal para la empresa
- La implantación de un Plan de Prevención Penal efectivo protege a la empresa de las consecuencias penales que puede entrañarle el comportamiento doloso de cualquiera de sus directivos o empleados.
- Permite además detectar multitud de riesgos en los procesos de trabajo de la compañía, de modo que se evitan incidencias que podrían entrañar indemnizaciones civiles o sanciones administrativas, por ejemplo en el ámbito laboral, consumidor, medioambiental, fiscales, etc.
- Permite evaluar la cadena de mando de la compañía, residenciando las responsabilidades en cada uno de los niveles donde se toman las decisiones.
- Facilita que el Órgano de Administración no se vea abocado a asumir responsabilidades penales por hechos cuyo ámbito efectivo de decisión se haya delegado.
- Facilita la contratación de Seguros de Responsabilidad Civil y Penal, para la empresa y los directivos, en muchas ocasiones condicionados a la implantación de programas de Corporate.
- Confiere mayor valor añadido a la Compañía, al reforzar los procesos de calidad de la misma, de forma que refuerza la confianza de clientes y proveedores.